Me hundo en los nuevos túneles para llegar al otro extremo de la ciudad, observando, la gente sonríe con la novedad, pero se ponen serios al notar que les observo, salgo a la superficie, intento avanzar con el grupo pero no me siento acompañado, me alejo de todos, sin darme cuenta estoy volviendo a mi cueva, camino sin detenerme, poco a poco la apatía me devuelve a mi lugar.
Ya volví, hay penumbra, fuera parece que sigue luciendo el sol.
Estás muy triste. Te sientes muy solo. Seguramente no te servirá para nada, ni siquiera para sentirte acompañado o comprendido pero te entiendo perfectamente. Decirte "ánimo" o "no desesperes" quizás sea una banalidad así que sólo te mandaré un abrazo.
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