sábado, 11 de octubre de 2008

Necesito una nueva habitación

Tengo una habitación que no es mía.
Cama grande, armario para dos, mesillas a juego, sinfonier, cajoneras a juego también, cuadros de arte, todo en color madera oscuro, una alfombra del dios sol en la cabecera...

Desde que ella se fué el armario esta casi vacío, me sobra una mesilla, me sobran el sinfonier y casi toda la cajonera, la cama se me hace grande y fría.

Hoy estuve viendo habitaciones para mí, quizás me decida y la cambie. Pondré una cama mas pequeña con litera, para dormir en la parte de arriba donde me sentiría mas protegido, para subir colocaré una escalera y para bajar una barra de bombero, abajo de la cama pondré un estudio con mi ordenador, quizás deje el gran armario que tengo aunque es grande y sobra sitio, quitaré eso de las mesillas, sinfonier y cajoneras que son un rollo y no sirven de nada, colocaré estantes para llenar todo de libros y objetos raros y pondré unos posters de chicas en biquini, de manga y anime, o de paisajes de playa. Dejaré también mi alfombra del dios sol en la pared.
En el espacio sobrante podré poner una alfombra grande con cojines y una mesita para tomar el té, me hará compañía el cojín ese que tiene tu foto sonriente, Princesita.

Esa sería mi habitación perfecta, ¿cual es la tuya?

7 comentarios:

  1. Mi habitación perfecta es cualquiera en la que me sienta cómoda. Me sobran todos los muebles, la de un hotel me puede valer perfectamente. La de ahora lo es, puedo pasar horas mirando al techo y sentirme a gusto, tomarme un café y leer, dejar el libro y el café en el suelo y volverme a dormir, mirar tu blog, contestarte, volverme a dormir... Puedo estar sola o, como esta noche, acompañada por alguien que me sabe querer, pero que me vuelve a dejar sola, en mi habitación, y me quedo tan feliz... La verdad es que mi habitación me recuerda que mi felicidad sólo depende de mí, y que el lugar es lo de menos...

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  2. A mí me encantan las camas grandes, me gusta estirarme y dar vueltas.
    Me gustaría una gran ventana, almohadones, objetos bellos, detalles que como mi humor y gustos cambian, sean fáciles de remover y reemplazar.
    Colores cálidos pero intensos.
    Y mucha paz y comodidad.
    Es el lugar más íntimo, se me hace difícil pensar en compartirlo.

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  3. No puedes dejar de pesar en ella,probablemente te venga bien cambiar la habitación, no lo se, por lo menos estarás ocupado buscando muebles. Siento que estés tan triste

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  4. Mi habitación perfecta es la que tengo...una cama pequena si, pero cómoda, un baúl antiguo donde apoyo fotos y cofres con bijouterie...una bilioteca llena de libros que no tengo tiempo para leer, un ropero amarillo que pinte con un ex novio, lleno de ropa, y otro armario para guardar mis fetiches: zapatos y ropa interior.. mi escritorio con mi pc y fotos por todos lados, pero ninguna que me recuerde gente en la q no quiero pensar...te lo recomiendo, es un buen ejercicio. Me gustó leerte. saludos.

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  5. Mi cama de 1,35 es perfecta para mi, cuando viene mi novio me falta sitio (los dos somos XL), le he dicho que a ver cuando nos compramos una cama de 2x2 a ver si no me levanto toda dolorida.
    La habitación que propones es bastante divertida, pero... hacia dónde quieres ir? conoces el feng shui? yo juego a elegir lo que me gusta y darle coherencia con ayuda de la tradición oriental, me encanta, todo es pura lógica, aunque pudiera parecer otra cosa.
    El dia que retiré las fotos de mi difunto novio, un año y medio después de su muerte, conocí a mi novio actual. Abrirse, estar preparada para las cosas, armonizar con el ambiente, es un trabajo de muchas partes de uno mismo.
    lilith

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  6. La habitación perfecta no tiene por qué ser diferente... creo que hay que empezar a cambiar, a airear tu interior antes de ponerse con el exterior...Lo demás viene solo...
    Besos

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  7. Aunque yo me siento igual de triste por estos días, me gusta pensar que funcionará ese principio del vacío que me explicaba mi abuela: lo nuevo no vendrá si insistes en mantener las manos ocupadas con la envoltura del regalo que ya disfrutaste.
    Por eso decidí mudarme, por eso me he hecho el propósito de desprenderme de dos cosas viejas y comprar una nueva al menos cada mes. Así, aunque sea poco a poco, me voy sintiendo más ligera y le voy cambiando la cara a mi habitación, a mis paredes, a mis tristezas.
    Sé que lo que hay que cambiar en realidad, en mi caso, es una tuerca en la cabeza, pero por algo se empieza.
    Me niego a pensar que lo mejor ha pasado. El dormitorio es el espacio más íntimo, el espacio en el que deberías poder descansar, y si el tuyo se ha vuelto tan cretino que sólo se dedica a recordarte cuán miserable te sientes, ¡mátalo ya!
    Seguro que encontrarás la experiencia reconfortante y, sobre todo, sanadora. ¡Suerte!

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